Erase
una vez un verano, dos amigas llamadas Keny y Jaru, querían ir a la
playa solas por dos semanas. Las niñas tenían 12 años y sus
mamás no las dejaban ir solas, tenían que ir con un adulto,
entonces pensaron en la tía de una de ellas. Las amigas le fueron a
preguntar a la tía Mary y la tía aceptó, con la condición de que
ellas no se portaran mal.
Las
niñas se prepararon para el gran viaje, por fin llegaron a la playa,
arrendaron una cabaña que quedaba frente al mar, ellas estaban muy
contentas, desempacaron y se fueron a la playa. La tía les dijo que
no fueran solas, que la esperaran, pero ellas no la escucharon.
La
tía muy preocupada buscaba a las niñas, pero no las encontró en
la playa, después las vio en el kiosco de la playa, la tía muy
desesperada les preguntó si se encontraban bien y que no deberían
haber salido sin permiso de la casa.
Las
niñas se disculparon y prometieron portarse bien, la tía al ver
que las niñas estaban realmente arrepentidas las invito a los
juegos. Mientras caminaban, Keny se encontró con una compañera de
colegio, y le preguntó como estaba. La compañera que se llamaba
Fabianne, le dijo que estaba muy enferma, que tenía una enfermedad
muy extraña y que en cualquier momento podría morir. Keny se
asustó mucho y la abrazó muy fuerte, se despidió de su compañera
deseándole que se recuperara.
Al
día siguiente la tía y las niñas se levantaron muy temprano, para
ir a la playa, cuando de repente, en la playa se encontraron con el
padrastro de Fabianne y fueron a preguntarle como seguía su
hijastra, él muy sorprendidos le respondió que había muerto hace
un mes, las niñas muy aterradas le contaron que se habían
encontrado ayer con su hijastra.
Ellas
no le creyeron al padrastro y fueron junto con su tía Mary a
preguntarle a su madre que había pasado con su hija. La madre
llorando les confirmó que Fabianne había muerto el mes pasado de
una enfermedad muy extraña y que los médicos no supieron cual fue
la causa, las niñas muy tristes le dijeron a la madre que no podían
creer que había muerto, porque el día anterior se habían
encontrado con ella. La madre no les creyó pensando que la habían
confundido. Las niñas y la tía se fueron muy asustadas y
desesperadas por saber que había pasado realmente.
A
los días después las amigas estaban en la playa cuando quedaron
paralizadas de horror al ver que la niña muerta se les a cercaba,
pero ella le dijo que no tuvieran miedo, solo quería decirles que
ella no había muerto por una enfermedad sino que su padrastro la
había envenenado y que necesitaba la ayuda de ambas porque él
planeaba matar también a su madre…CONTINUARÁ.
Texto escrito por Carolina 7ºA